Comentario de El misterio de la Caja Bethel



Comentamos la serie literaria El misterio de la Caja Bethel, de Concepción Perea, autora de la gran obra La corte de los espejos, de la que esperamos segunda parte durante este año 2017.


El misterio de la Caja Bethel es una serie literaria publicada por el desaparecido sello fantascy de la editorial Penguin Random House. En estos momentos ya se puede conseguir la serie entera en un único documento, que es el que osenlazo en este párrafo. Barato, barato, si es que no sé cómo no compráis más.

Si después de leer el comentario queréis más aventuras de Felix y Katsia, podéis increpar a la autora en sus redes sociales, aunque no le digáis que vais de parte mía o no querrá participar más en Biblioteca-T.

Como siempre digo antes de un comentario literario, las bibliotecas son un lugar con un objetivo muy concreto: guardar, proteger y recomendar obras, sobre todo literarias, para el disfrute de cualquier persona. Así que, siguiendo esta premisa, en Biblioteca-T ofrecemos comentarios libres sobre aquellos aspectos más interesantes, tanto positivos como negativos, a medio camino entre la reseña y la crítica.

Podéis leer este comentario tanto si habéis leído la serie como si no. No destripo nada que pueda afectar negativamente a quien aún no la ha leído.

Todos los comentarios seguirán el mismo índice, salvo excepciones sujetas a cada obra en particular. Y, sin más, empezamos.

1. Presentación

Felix Goggleston quiere comprar un raro y extraño aparato musical que descubre en un antro de mala muerte por las calles de Barcelona. Pero Katsia, una buena amiga suya, aparece en escena. Y eso siempre significa que va a haber problemas. Un incendio, asesinatos, rusos, una caja misteriosa, espiritismo y un mono. ¿Qué más se puede pedir?

2. La trama

La trama no se muestra del todo hasta bien avanzada la historia. Por lo tanto, son los personajes, que comentaremos más adelante, los que llevan todo el peso de la historia.

Aunque es por esta decisión de no presentar la trama completa desde el inicio por lo que el lector se siente atraído. La autora engancha muy bien a quien la lee dosificando la información de forma que vamos descubriendo cosas poco a poco, pero sin excesos.

Además, no hay grandes artificios steampunk que distraigan sin razón argumentada. No necesita un robot gigante para que la historia sea buena, porque ya es buena por sí sola.

Las justificaciones de lo que ocurre en la obra están muy bien construidas y son acertadas. Aunque muchas cosas se descubran por casualidad, el protagonista es activo. Con esto, el hilo que une toda la trama está perfectamente calculado y sujeto, sin flecos. Y, creedme, justificarlo todo es más complicado de lo que parece cuando te pones a escribir.

Las reflexiones y las investigaciones de Felix son una pausa entre tanta acción. Pero no aburren porque las respuestas del misterio aparecen poco a poco. Esto, como digo, consigue mantener al lector enganchado.

3. Los personajes

Se presentan los personajes principales poniéndolos uno frente al otro, de modo que, al mismo tiempo, conocemos la relación existente entre ambos.

«—Me interesa cualquier cosa de la que pueda aprender [dice Felix].
—Apenas logro imaginarme qué se puede aprender en este an[tro]… [responde Katsia]».

Últimamente veo muchos protagonistas que son héroes porque tienen que serlo. Por su moral o por su educación. Otros están en el lugar y el momento equivocados. Y luego hay razones más originales, como ser autónomo y tener que pagar las facturas (El dios asesinado en el servicio de caballeros) o querer matar al aburrimiento, como sucede con Felix al inicio de la aventura (luego se implica por otras razones).

La mayoría de los personajes de esta serie son femeninos, aunque el protagonista sea masculino. Son mujeres autosuficientes que navegan por el mundo haciendo uso de todas sus armas.

La que más me ha afectado ha sido Alegría, una joven, más bien una niña, prostituta y embarazada. Una chica sucia y pobre que no importa a nadie. Podríamos pensar que solo existe para que el lector vea la bondad del protagonista, pero, realmente, Alegría tiene un peso fuerte en la trama y muchas veces supera a Felix a la hora de resolver una situación.

Quería apuntar también que el personaje de Alegría no se ha creado para dar un punto de locura estrambótica a la variedad del elenco. Simplemente, es un fiel reflejo de la sociedad en la que vive y, como tal, existe y se muestra.

4. La redacción

Los títulos largos y descriptivos que todos reconocemos de obras como Don Quijote de la Mancha le dan a la narración un toque antiguo acorde al contexto en el que ocurre la historia.

«1. Las seis copas. En el que conocemos a nuestros héroes, visitamos locales de mala nota y somos testigos de un extraño fin de fiesta».

Concha ofrece las descripciones justas para que nos podamos situar en las escenas de acción posteriores. Esto denota un conocimiento del formato que maneja, el de la serie. Sin embargo, las escenas de acción no se amontonan ni son el eje central de la narración. Todos los picos de acción de la historia están bien calculados dependiendo del capítulo que estemos leyendo.

Las imágenes mentales que crea la autora son un acierto descriptivo. Dan un tono desenfadado a la obra, pero al mismo tiempo te meten de lleno en ella. Esto ocurre, por ejemplo, en la escena del baile del primer capítulo.

Además, utiliza un estilo enumerativo en las escenas de acción que potencia ese tono:

«Felix perdió el poco aliento que le quedaba, las piernas se le aflojaron como si le hubieran desatornillado las rodillas y el mundo fue desapareciendo a medida que su cara se acercaba al suelo».

Como único punto negativo destacaré el diálogo entre Felix y Fontaner, el dueño de Las seis copas. Parece que no se entiendan entre ellos, y esto resulta en un tira y afloja que, aunque pudiera ser a propósito, «se estaba alargando demasiado para su gusto».

Para seguir con lo negativo y ya quitármelo de encima, tengo que decir que los títulos de los libros aparecen en redonda cuando deberían ir en cursiva. Además, las comillas españolas jamás deben ir precedidas por un punto.

X: “en recorrer una avenida
V: “en recorrer una avenida».

Por cierto, que el nombre del protagonista, «Felix», no es que esté mal escrito, ¡es que es inglés! —Mira para otro lado como si lo hubiera sabido desde el principio—.

Disimula...

Al ser una serie, necesita recordatorios de otros capítulos de vez en cuando, y lo cumple:
«Como había poca gente con el dinero suficiente para comprar cámaras de fotos, Xulio había inventado algunas de bajo presupuesto y vida limitada que funcionaban muy bien».

5. Experiencia lectora

Ahora vamos a hablar de la experiencia lectora. Comentaremos la implicación emocional del lector, lo que aprendemos como lectores y también como escritores gracias a esta serie y lo que podemos plantearnos tras su lectura.

Existe implicación emocional del lector, aunque esto pueda variar dependiendo del grado de identificación que el lector consiga con el protagonista. Conmigo lo ha conseguido y, objetivamente, la autora trabaja para que esto sea una realidad.

A través de los ojos de Felix vemos la realidad de esa Barcelona. Una realidad que es casi imposible que nos deje indiferentes.

Solo puedo decir del final que es de traca. Atadme la lengua, por Dios.

¿Qué aprendo como lector?

He aprendido a dejarme llevar.

Como corrector que soy, me es casi imposible enfrentarme a una lectura con los mismos ojos que cualquier otra persona. Mis engranajes mentales saltan solos ante comas, cacofonías y demás monstruos cojoneros.

En El misterio de la Caja Bethel no me ha ocurrido esto porque el contenido era lo suficientemente interesante como para obviar la forma. Esto no significa que la forma esté mal, que siempre viene el listo ahora.

He viajado por las calles de la Barcelona steampunk como cuando era un niño y en lo único que pensaba al leer era en vivir aventuras.

Por favor, volvamos a ser niños lectores.

¿Qué aprendo como escritor?

A que no te sobrepasen tus creaciones. Estoy seguro de que Concha conoce la biografía entera de todos los personajes que aparecen en esta serie. Pero solo te ha contado lo realmente importante para la trama que nos ocupa.

No hay que escribir para hacerse el chulo ni para demostrar cuánto sabes. Quizá esta sea otra de las razones por las que no aparecen mil inventos extraños steampunk, sino solo los que la historia necesita.

¿Y qué me ha planteado?

No sé si esto será intencionado, pero he estado toda la lectura preguntándome si yo haría lo mismo que Felix en cada momento. Cuando él meditaba una decisión, yo la vivía. Y nunca he sabido si hubiera escogido lo mismo que él.

Nuestras decisiones tampoco lo cambian todo, solo nos adentran en distintos caminos del azar.

6. Conexión con la realidad

Barcelona. Finales del siglo XIX. Pero no.

Es lo que tiene el steampunk. Un género que juega mucho con el «y si…». Básicamente, se crean máquinas actuales con las posibilidades de aquella época, donde se utilizan fuentes de energía como el vapor.

Uno de los inventos que más me ha llamado la atención ha sido el café-exprés, una especie de cafetería móvil que se pasea por la ciudad mientras tú te tomas tu cafelito sentado en la barra.

7. Objetivo

Esta serie no tiene como único objetivo entretener. Aunque, si su único objetivo fuera entretener, sería totalmente lícito y lo cumpliría con creces. Pero también pretende introducirnos en un género, en un contexto, en un mundo que quizá no conocíamos de antemano.

Esta serie quiere presentarnos las características básicas del género steampunk mezclando elementos de otros géneros como la novela negra o la novela de aventuras. Ahí radica su magia y su necesidad de existencia. Porque el steampunk no tiene tanta repercusión en España y, sin embargo, existen muchas adaptaciones y referencias a él en otras obras.

8. Molonidad

¿El misterio de la Caja Bethel mola? Pero, a ver, ¿¡cómo no va a molar, alma de cántaro!? Pero, ¿por qué mola?

El steampunk puede gustarte o no gustarte. Puede gustarte más o gustarte menos. Pero no hay duda de que el steampunk, en general, y casi por definición, mola.

Es un género tan propio que hay muchas adaptaciones de otros medios y personajes. Yo he visto una Lady Spider, de Marvel, o sea, una mujer viviendo las aventuras de Spiderman en un mundo steampunk. ¿Cómo te quedas? Incluso la película Atlantis, de Disney, podría considerarse dentro del género.

Otra cosa que me mola de El misterio de la Caja Bethel es que no hace falta que el steampunk que presentas sea exagerado, con veinte dirigibles sobrevolando la ciudad. Concha Perea lo sabe y lo demuestra. Lo más importante no es el contexto, sino cómo se desenvuelven los personajes en él.

Aquí Concha en su forma humana para poder entrevistarla

Y hasta aquí el comentario de hoy, bibliófilos. ¿Qué os ha parecido la serie literaria de Concha Perea? Si conocéis alguna otra serie que queráis que aparezca en el blog, no dudéis en decírmelo. De momento, en abril tendremos lo nuevo de Gabriella y Cotrina, Crónicas del fin, y se pasaran por aquí para responder a unas cuantas preguntas dentro de su mortal creación.

¡Nos leemos!














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