Empieza tu historia o cómo publicar tu primera novela. Diario #4.


Nueva iniciativa en Twitter con el hashtag #Empiezatuhistoria. ¿Qué puedo hacer si ya tengo mi primera novela? ¿Cuántos caminos existen y cuál es el más apropiado para mí?

No. No he publicado mi primera novela. No he publicado ninguna novela. Puedes dejar de leer ahora mismo si te da la gana. Si no te fías de mí o prefieres a alguien más experimentado. Está bien, te entiendo. Quizás hiciera lo mismo. Si no he publicado, ¿qué me da el derecho a hablar sobre publicación? Nada.

Pero sé cosas. Menos que la mayoría, pero más que alguien. Si a ese alguien le sirve este artículo, adelante. Porque si solo pudiera hablar de lo que sé con exactitud, no escribiría nunca.

Primero has de tener una idea. Sé que muchos tenéis tantas ideas que no os basta con una vida para escribirlas todas, pero también hay gente a la que le cuesta encontrarlas o, por qué no, cuando a veces queremos evadirnos o pasar un buen rato, empezar una pequeña historia de cero siempre está bien.

Por eso he empezado una iniciativa en Twitter que se llama Empieza tu historia, con el hashtag #Empiezatuhistoria. Todos los días sobre las 21:00 más o menos pondré una frase y una imagen que podéis continuar para crear vuestra propia historia o que podéis utilizar simplemente como inspiración.

Aquí os dejo algunas respuestas muy graciosas.






 Espero que os animéis a participar y que salgan fragmentos o historias muy locas.

Pero si ya tienes tu idea, y ya te has puesto a escribir…

Pongamos que eres de esos que ha conseguido la titánica tarea de terminar una novela, que ha superado la vergüenza y el miedo y decide sacarla a la luz. Pero se pregunta, ¿ahora por dónde tiro?

Hay muchos caminos para publicar tu primera novela. Sin embargo, todos tienen algo en común: querer hacerlo. Sí, algo tan simple como eso será el mayor impedimento. Querer hacerlo de verdad, no por probar.

Concursos y convocatorias

Existen multitud de concursos y convocatorias. Seguro que estoy perdido en muchos, pero hace poco terminó el de la revista Windumanoth. Si no sabéis de qué va podéis echarle un ojo en este enlace y, si decidís que no podéis vivir sin ella (como yo), patrocinarla por un eurito al mes.

Otro que tiene buena pinta, pero que es solo para mujeres, es el I premio Ripley, cuyas bases podéis consultar aquí.

La web de escritores.org tiene un apartado que ofrece una lista inmensa de convocatorias de todo tipo, desde poesía hasta narrativa y teatro, pasando por novela corta, guion, organizados por ayuntamientos de pueblos pequeños o por editoriales importantes.

Está organizado por meses y te especifican todo antes de entrar siquiera a leer las bases propiamente dichas. Puedes hacer dos cosas: o escribir de forma específica para un número de concursos de esta lista al mes, o ver si alguna de las historias que ya tienes terminadas coincide con lo que piden en algún lugar.

Antologías

Otra forma excelente de comenzar a publicar es a través de las antologías que promueven multitud de editoriales. La mayoría de concursos publican los relatos ganadores de una forma y otra, pero esto es diferente. Aquí mandas tu relato y, si lo aceptan, pasa a formar parte directamente de una publicación.

Porque no es lo mismo decir: «Estoy moviendo mi primera novela para ver si la publican», que decir, «Estoy moviendo mi primera novela para ver si la publican, pero ya me han publicado algunos relatos en diversas antologías». Uhm, la chispa cambia.

Los plazos se abren y se cierran con facilidad, aunque, como bien dije en la entrada del mes pasado, el desasosiego, a veces se quedan huecas y no pueden publicar. Necesitan de tu relato, y tú ahí todavía pensando si le gustará a alguien. Ays.

Para que no os vayáis de aquí con las manos vacías, os presento la convocatoria para concurso/antología de Malvael, mi querida amiga Miriam, que podéis descubrir en detalle aquí.

Pide relatos de fantasía en los que destaque algún aspecto del worldbuilding o construcción de mundos: religión, geografía, historia antigua del mundo, biblioteconomía (¿por qué no?).

Los jurados somos un servidor (@Blas_Calimero), la propia Miriam (@Malvael), Rafael de la Rosa (@dragon_mecanico), Aitziber (@Duxiet), Morgui (@MorguiFairySon) y Suzume (@SuzumeMizuno).

Podéis enviarme un jamón para que os tenga en cuenta a la hora de votar.

Buscar editorial

Vale. Ya he practicado suficiente con los concursos y las antologías. Puede que haya ganado alguno, puede que me hayan publicado en alguna. Sea como fuere, he terminado mi primera novela y quiero publicarla. ¿Qué hago? Lo primero tendría que ser una corrección profesional, como siempre y como ya sabéis, pero eso en otro artículo, hijos míos, que se me va la hora.

Esto lo repiten hasta la saciedad: busca la editorial que se adapte a tu novela. Haz listas y listas de editoriales (por redes sociales es fácil elaborarlas, porque unas te llevan a otras). Una vez tengas elegidas las editoriales a las que vas a enviar tu novela, mira si tienen la recepción de manuscritos abierta. Esto es importante.

Muchas veces mandamos y nos quejamos de que no nos hacen caso. Bueno, ya te están avisando de que van a pasar de tu cara, y el que avisa no es traidor.

¿Solucionado esto? Bien. Fíjate ahora en si la editorial explica qué necesita para que tu manuscrito sea válido. ¿Piden una sinopsis? ¿Capítulos enteros? ¿Una moneda del siglo XV y pelos de la cola de tu gato? En Internet hay guías sobre cómo presentar tu escrito, y eso está muy bien, pero yo prefiero que preguntes al que sepa. Si no tienes claro qué te pide esa editorial, porque no lo pone en su web ni en sus redes sociales, pregunta en un correo y adapta tu envío a las especificaciones que muy amablemente te han facilitado. Es muy sencillo. Lo difícil es que te publiquen. Pero el camino por la vía tradicional, sin más, es ese.

Adjuntar un informe favorable de alguna agencia conocida, aunque vayas por libre, siempre suma puntos, pero no es la llave al paraíso tampoco.

Agencias

No tienes la suficiente confianza en tu novela como para embarcarte en un proyecto de publicación a largo plazo. Pide opinión a los expertos. Contrata informes de lectura. Pero no contrates uno. Esto es como el médico, pide una segunda opinión. Cuatro ojos ven más que dos, etcétera. Una vez hagas la media entre informes y veas qué fallos de tu novela se repiten en cada uno de ellos, si los argumentos son suficientemente sólidos, hay diferentes caminos.

El primero es llorar a moco tendido porque no vales nada. El segundo es arreglar lo que está mal de tu novela (a veces hay que ser valiente y plantarte, pero no eres Reverte, escucha, baja el ego del pedestal). Y luego puedes contratar a una agencia, empresa o persona que te ayude a limar el escrito, a perfeccionarlo y a buscar una editorial por ti. Ellos tienen más contactos que tú y más conocimientos sobre el mundo empresarial literario. Claro que te cuesta un dinero, pero no iba a ser gratis, ¿no te parece? Además, tienes la «seguridad» de que si se mueven es porque tu novela lo vale (a menos que solo quieran tu dinero y te estén mareando la perdiz, ahí ya entra el tema de la confianza).

Ahora pongamos que por agencia no lo has conseguido, que no consiguen colocar tu historia en ninguna editorial que ellos conozcan o manejen, que por tu cuenta no logras tampoco que te publiquen en ningún sitio.

No desesperes, siempre hay otros métodos. Existen las editoriales más pequeñas que apuestan por escritores noveles, existen las editoriales por crowdfunding (como, por ejemplo, Libros.com, con la que colaboro), las redes sociales y demás demonios modernos para darte a conocer, llegar a un público y que logres publicar tu primera novela.

Ojo, que subir un texto a amazon y dejarlo ahí no cuenta, eh, lo siento si estáis en esas, acabo de romperos el corazón, lo sé. Publicar tu primera novela (que puede ser en amazon, por supuestísimo) conlleva mucho más trabajo.

Autopublicación

Si eres como yo, y no tienes ni idea de autopublicación, siempre hay profesionales dispuestos a ayudarte.

Puedes preguntar a los chicos de Ronin Literario, porque han hecho un curso tan guay como este o puedes hablar con las reinas: Gabriella Campbell y Ana González Duque. Pero solo si vais en serio, que no se enteren de que envío gente a medio hacer, o me maldecirán con sus sensuales artes.

¡Lo conseguiré, mamá!

Espero que todos estos caminos y todas estas posibilidades con nombre y apellido os hayan ayudado, aunque solo sea a uno de vosotros. Yo encantado.

Nos leemos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario